Earthing con los pies descalzos

Clinton Ober, Stephen T. Sinatra y Martin Zucker / Editorial Sirio

Earthing es una revolucionaria técnica de sanación consistente en recuperar nuestra ancestral conexión con la Tierra. Fue descubierta por Clinton Ober, director de la mayor empresa de televisión por cable de los Estados Unidos, y desarrollada por él mismo, para lo que ha contado con la ayuda del cardiólogo y psicoterapeuta Stephen Sinatra y del prolífico autor sobre medicina natural y terapias alternativas Martin Zucker. Desde 1993, cuando Ober sufrió una enfermedad que lo llevó a replantearse su vida y a encontrar el Earthing, él y su equipo han llevado a cabo un profundo estudio del tema, con efectos comprobados en un gran número de experimentos. Ahora, ponen al alcance del lector los beneficios de este método curativo, capaz de sanar el cansancio, una larga lista de enfermedades, o las dolencias vinculadas a la inflamación crónica. De hecho, practicando el Earthing se duerme mejor y se reduce el dolor de músculos y articulaciones, además de curar las migrañas o mejorar el rendimiento en nuestro día a día. La base sobre la que se asienta esta teoría es la misma sobre la que nos sostenemos nosotros como seres humanos, los pies. Antes de la aparición del cemento, el alquitrán o el calzado, todos caminábamos descalzos, gracias a lo cual percibíamos las energías terrestres. Desde la invención de estos elementos, sin embargo, hemos perdido ese contacto, motivo por el que han empezado a fallarnos las fuerzas y las enfermedades se han multiplicado. Este hecho está respaldado por la presencia de los electrones libres en el tendido eléctrico de la Tierra. Dichas partículas subatómicas son capaces, a pesar de su mínimo tamaño, de generar unas frecuencias que se transmiten por los entornos naturales en forma de ondas energéticas, y que nosotros percibimos gracias a nuestro cuerpo. El problema surge con los materiales aislantes, que impiden el movimiento de estas partículas y, por tanto, la aparición de electrones libres. Hay numerosos estudios que prueban lo que le ocurre al agua cuando entra en contacto con la electricidad, carga que en gran parte tienen los electrones, y dada nuestra constitución corporal, cabe pensar en una influencia considerable sobre nosotros mismos. Para poner ejemplos más visuales, imaginemos a un hombre de 71 años jugando al golf con una media de aciertos tan solo uno o dos puntos menor que en su juventud, o un levantador de pesas de 53 años capaz de levantar doscientos sesenta y cinco kilos. Son solo ejemplos, pero sirven para ilustrar las ventajas de un descubrimiento que también ayuda a las mascotas, reduce el estrés, acelera la curación de heridas abiertas y produce efectos notables a partir de los treinta minutos.