Hans Biedermann / Paidós
Nacido en Viena en 1930, Biedermann estudió ciencias
naturales y filosofía. Ahora profesor en la Universidad de Graz, es coautor de
algunas de las obras más prestigiosas del ámbito simbólico y autor de artículos
publicados en revistas especializadas. Además, ha escrito varios libros
centrados en la magia y el simbolismo.
En esta obra retoma el estudio de los símbolos al que tanto
tiempo ha dedicado para iniciarnos en el significado oculto de más de 2000
obras de arte y 600 ilustraciones. Así, podremos descubrir la verdadera
importancia de los símbolos en nuestra vida y entenderemos su significado en
cada cultura, religión o secta. Por ejemplo, veremos el poder oculto tras
objetos en apariencia tan sencillos como una mesa, un anillo, una rosa o una
vela, y sabremos de dónde viene su carga emocional, siempre cambiante.
A través de la historia de la humanidad, desde los comienzos
más primitivos hasta nuestros días, este libro ofrece una visión mágica y
misteriosa de nuestro entorno, abriendo así las puertas a un mundo totalmente
distinto al que conocemos. Entre otras cosas, lo que ofrece Hans es un completo
y detallado estudio de las cifras e imágenes más importantes creadas por el ser
humano, representaciones nacidas en la prehistoria, a veces sin más motivo que
el simple placer de la creatividad que ahora renacen para sorprendernos como
siempre han hecho. Como se dice en el libro y en palabras del propio Goethe, el
simbolismo existe allí donde lo particular señala lo general, no como sueño o
sombra, sino como revelación viva y momentánea de lo inescrutable. O como bien
decía Manfred Lurker; la importancia del símbolo no reside en sí mismo, sino en
lo que trasciende. Por ello, para las personas de naturaleza espiritual, como
quienes creen en las religiones, el símbolo emerge como muestra concreta de las
ideas divinas y absolutas, hechas realidad de tal forma que superan la
dimensión que pudieran darle las palabras. Incluso se puede ir más allá y
entenderlo como parte de la salvación, pues el símbolo representa la unión
entre el Creador y lo creado. Cuando hablamos de símbolos, hablamos de plenitud
y eternidad, del punto en el que tiempo y espacio se unen, dotando a la imagen
divina primigenia de aspecto individual. Sin embargo, el símbolo escapa a
clasificaciones o ideas predispuestas, por lo que también debemos entenderlo en
el entorno mental, donde intervienen el pensamiento y lo abstracto. Al final,
hacen falta experiencia y conocimientos sobre mitología, incluso ser eruditos
sacerdotales, para acceder a los recovecos más alejados del simbolismo, pero sobre
todo, hay que conocer las fuentes, algo que esta obra tiene en abundancia.
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